La natación se revela como el ejercicio físico más efectivo para los niños con exceso de peso. El Dr. Bar-Or, catedrático de Pediatría de la Universidad de McMaster, en Ontario, comenta que el exceso de tejido adiposo mejora la flotación y hace al niño sentirse un mejor nadador; además, el estar sumergido ejerce un efecto psicológico positivo, ya que su cuerpo no está tan a la vista como en otros deportes.