Siempre que no se hagan esfuerzo físicos que lleven a la extenuación, el ejercicio como el Yoga puede ser muy recomendable para la persona asmática, ya que ayuda a mejorar la capacidad de ventilación pulmonar y de captación del oxígeno. Mediante esta técnica oriental que aúna mente y cuerpo se logra un mayor control sobre la respiración y se aprende relajación, lo que puede ayudar a actuar mejor ante las posibles crisis asmáticas que se presenten.