- Agudo: Es la forma más común. Surge de las exigencias y presiones del pasado reciente y el futuro cercano, como la realización de un examen, la entrega a tiempo de un trabajo en la oficina o la preparación de un nuevo platillo para comer.
- Crónico: Desgasta a las personas día tras día, año tras año. Destruye el cuerpo, la mente y la vida. Es el estrés de la pobreza, familias disfuncionales, matriomonios infelices o de un empleo que se detesta.