Es una enfermedad crónica y silenciosa para la cual no existe vacuna y se ha convertido en un problema de salud global, con más de 160 millones de pacientes en el mundo y un incremento anual entre 3 o 4 millones de nuevos infectados. Esta enfermedad no respeta edades, dado que también en algunas ocasiones se puede contagiar al recién nacido durante el alumbramiento.