Son lípidos que están compuestos principalmente de carbono e hidrógeno, pero también contienen oxígeno. Por su conformación química, no son solubles en agua. Al hablar de ellos en la alimetanción nos referimos como grasas y aceites. La diferencia entre ambos es su consistencia; las primeras se solidifican porque tienen más lípidos saturados, mientras que los aceites permanecen en estado líquido.