Afortunadamente, disminuir el consumo de sal en la alimentación no es complicado, a través de cambios de hábitos muy sencillos como los siguientes:
- Usa especies en vez de sal para cocinar. Experimenta con la sazón de la pimienta, el comino, la menta, el cilantro o el ajo, por mencionar algunos ejemplos.
- Disminuye el uso de cubitos para preparar las sopas, así como las salsas de soya e inglesa.
- Quita el salero de la mesa o sustitúyelo por la sal de potasio.