El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, a pesar de que hoy en día se confunde con frecuencia como una patología. Esta confusión se debe que este mecanismo de defensa puede acabar bajo determinadas circunstancias y ciertos modos de vida, desencadenando graves problemas de salud debido a una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo, impidiendo el desarrollo normal y funcionamiento del cuerpo humano.