Para lograrla es necesario contar con dinero, medicamentos asequibles, abundancia de personal de salud bien capacitado, redes integradas de atención de salud y decisiones bien sopesadas acerca de cuáles son los servicios prioritarios. Pero sobre todo, se necesita visión, planificación, voluntad política, la convicción de las comunidades y el compromiso con los principios de asequibilidad, accesibilidad, calidad, equidad y solidaridad.