Es importante señalar que la mayoría de los hipertensos no tienen síntomas, razón por la cual se dice que la hipertensión es una enfermedad silencios. Sin embargo, a veces presenta algunas señales como dolor de cabeza, dificultad para respirar, mareo, dolor torácico, palpitaciones o hemorragia nasal.
Si bien es cierto ignorar que estos síntomas pueden ser peligrosos, tampoco se les puedes interpretar siempre como indicativos de la presión arterial elevada.