La productividad es un valor que ocupa un lugar cada vez más importante en las empresas e instituciones y la calidad en los productos y servicios que se ofrecen se convierte en un elemento indispensable ante la competencia de los mercados. Hacer las cosas bien desde la primera vez; que los bienes y servicios sirvan exitosamente a los propósitos del consumidor son algunos de los principios básico que se promueven en la cultura organizacional. Sin embargo, no podemos esperar la calidad en los productos o servicios si no tenemos calidad humana. La salud en la organizaciones depende de la salud en su concepto más amplio de cada uno de sus integrantes.
Mediante la capacitación técnica podemos enseñarle al trabajador todos los conceptos científicos para el mejor uso de la tecnología, pero si en los programas de formación no le damos el peso que le concierne al cambio de actitudes y a la estabilidad emocional, veremos poco más adelante, que los esquemas tradicionales volverán a imperar en las formas de hacer el trabajo.