La característica distintiva de este padecimiento es el dolor generalizado; en algunos casos los pacientes se quejan de que les duele todo y el dolor puede tener variaciones en su intensidad y disminuir o incrementarse con la presencia o ausencia de algunos factores como la tensión o las infecciones. A veces se acompaña de sensación de hormigueo en las extremidades y algunos pacientes sienten las articulaciones inflamadas, aunque cuando se revisan no se demuestra la existencia de inflamación. Debido al incremento en la sensibilidad de la piel no pueden utilizar ropa ajustada y sufren dolor incluso cuando los tocan o abrazan.
Con frecuencia la fatiga está presente, sobre todo después dela actividad física, además de dificultad para concentrarse y de trastornos de la memoria reciente, como el olvido de hechos ocurridos pocas horas o días antes. Otros pacientes se quejan de cambios en el peso e intolerancia al calor o a frío. Hay quienes sufren de síntomas alérgicos a medicamentos y a estímulos ambientales como el polen o las alfombras, de tal manera que pueden sufrir congestión nasal o trastornos respiratorios.