El envejecimiento es un proceso de cambio gradual y espontáneo, que conlleva a la maduración a lo largo de la infancia, la pubertad y los primeros años de la edad adulta, seguida normalmente por un declive durante las edades media y avanzada de la vida. En general, podría asumirse que el envejecimiento resulta de la suma de todos los cambios que ocurren a través del tiempo, desde el nacimiento hasta la muerte. Queda poco claro si estos tienen o no qué ver con mecanismos patogénicos, así como si sea posible intervenir en ellos. Por otra parte, se reconoce que algunos cambios en el proceso del envejecimiento son susceptibles de prevenir o revertir.
Algunos cambios en el envejecimiento humano son:
- Se pierden las piezas dentales, alterando la masticación y la digestión de nutrienetes.
- La líbido se pierde progresivamente. Disminuye la espermatogénesis en el hombre y aparece la menopausia en al mujer.
- Hay pérdida de masa muscular, disminuyendo con ellos la fuerza.
- La densidad ósea se ve reducida, la fragilidad de los huesos aumenta, incrementándose el riesgo de fracturas y la aparición de osteoporósis.
- Pérdida de la agilidad y capacidad de reacción refleja, así como la defensa frente a agentes contagiosos.