Los humanos tenemos conciencia, pero... ¿Qué es esa cosa que nos hace cuestionarnos por qué la tenemos? ¿Será una energía, un fluido, una estructura cerebral, un proceso neuroquímico, un mecanismos eléctrico?. ¿Se trata simple y sencillamente de eso que antes llamábamos alma?. Gracias a nuestro cerebro y sentidos, las personas somos capaces de experimentar que estamos aquí y ahora, que somos lo que somos y lo más perturbador. ¿Será que los seres humanos padecemos o disfrutamos de ese darnos cuenta de nosotros mismos?.
Muchos neurocientíficos piensan que la conciencia es un continuo y no una entidad todo o nada y que, por tanto, los animales, compañeros en este viaje misterioso que es la vida, experimentan diversos grados de conciencia dependiendo de la complejidad de sus estructuras neuronales y perceptuales. Ahora se comienza a estudiar a dónde va la conciencia cuando una persona está en como, estado vegetativo, bajo hipnosis, drogada o cuando es anestesiada.