martes, 31 de marzo de 2020

Recomendaciones generales embarazo alimentación


Recomendaciones generales embarazo alimentación

La actividad física y la alimentación saludable durante el embarazo ofrece múltiples beneficios tanto a la madre como al hijo, pero es lógico tener dudas sobre la forma correcta de realizarlo, por eso es momento que se las despejemos y ponga manos a la obra. Estas recomendaciones para el ejercicio y alimentación durante embarazo, así como el periodo post parto, animan a las mujeres a mantenerse activas y en buen estado físico a lo largo de esta etapa. Las mujeres embarazadas pueden y deben hacer ejercicio con moderación durante por lo menos 30 minutos todos o casi todos los días. De hecho es muy recomendable practicarlo porque fortalece los músculos, especialmente los que se utilizan durante el parto, además de reducir las molestias digestivas y el estreñimiento, aumenta el bienestar psicológico al disminuir la ansiedad, la depresión y el insomnio, favorece a una mejor postura y crear hábitos de vida saludables.

En el caso de la alimentación el consumir semillas, como la chía en agua para tomar con limón,  son de gran aporte hacía las mujeres embarazadas, ya que son gran fuente de calcio, hierro y vitamina A. Una porción de estas en un vaso de agua da más de 15% de sus necesidades de proteínas diarias, más de un tercio de fibra y las calorías adicionales que se necesitan para el primer trimestre. Comer en familia es elemental ya que aporta a toda la familia la posibilidad de de elegir regularmente dietas más sanas, es decir, se consumen más verduras, alimentos ricos en calcio, fibra dietética y nutrientes esenciales.

En un escenario ideal, el embarazo debería planearse con un mínimos de tres meses de anticipación para que la futura madre tenga la oportunidad de mejorar o modificar algunos de sus hábitos de vida, como el llevar una dieta sana. equilibrada en proteínas, grasas, vitaminas, minerales y carbohidratos, así como el abstenerse de fumar y beber alcohol. La ingesta de ácido fólico, antes y durante el primer trimestre de embarazo, además de prevenir defectos congénitos, también ayuda a reducir las probabilidades de que la madre desarrolle Alzheimer en el futuro.