Se caracteriza por no mostrar ningún síntoma, o bien, presenta datos característicos del tumor benigno (hiperplasia prostática benigna). La mayor parte de los cánceres prostáticos se detectan por un antigeno prostático específico elevado o como descubrimiento incidental de un nódulo durante la exploración rectal, o en el estudio histológico de tejido extraído por crecimiento prostático.
La enfermedad, cuando todavía es local, rara vez produce síntomas; cuando ya está más extendida puede presentar síntomas de obstrucción del orificio de la salida de la vejiga, retención urinaria aguda, hematuria o incontinencia; en ocasiones, los síntomas iniciales pueden ser dolor óseo, fracturas patológicas; a veces, el único signo de carcinoma prostático puede ser alguna anomalia detectada en el examen rectal, cómo un nódulo duro, firme o irregular.