lunes, 18 de mayo de 2020

Azúcares harina procesadas obesidad


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Existe una gran cantidad de industrias en el ramo de los alimentos que basan sus ventas en productos a base de harinas refinadas, saborizantes artificiales, grasas de mala calidad y azúcares altamente procesados, como el jarabe de maíz alto en fructosa, siendo el público joven e infantil su principal tipo de consumidor. Al ser productos bajos en fibra y que solo aportan kilocalorías vacías, comprometen la salud de quien las consume, propiciando niveles altos de glucosa en sangre y triglicéridos.

Parte de los problema de intolerancia a la glucosa y diabetes tienen su origen en la resistencia natural del  cuerpo para protegerse a la sobre exposición de estos azúcares altamente procesados. Factores como la obesidad, el sedentarismo, el estrés y la mala alimentación se combinan, teniendo como consecuencia niveles elevados de insulina en la sangre, lo cual se puede considerar un detonante de muchas enfermedades tales como la diabetes, dislipidemia e hipertensión arterial, entre otras.