La globalización de la alimentación a provocado que la nutrición sea declarada como perdida. Sin embargo, debe advertirse que la globalización trae consigo una invasión de alimentos de bajo aporte nutrimental, apoyados con campañas publicitarias. Las clases medias y alta los consumen ocasionalmente, con frecuencia por presión de los niños, víctimas más indefensas de la publicidad vinculada a instalaciones con juegos infantiles y alimentos asociados con juguetes.
De cualquier manera, no obstante estos avances del extranjero, la mayoría de la población mexicana sigue prefiriendo la comida propia tradicional. No hay que olvidar también la introducción de la cocina mexicana en Estados Unidos, además de las decenas de miles de restaurantes, supuestamente emxicanos, donde los nachos (que no son más que trozos de tortillas de maíz fritos), ocupan ya el segundo lugar en botanas de ese país, después de las bolsas de papas fritas.