Los adultos mayores requieren de cuidados especiales en diferentes áreas, entre ellas, la alimentación es de vital importancia, ya que de aquí se deriva que otros aspectos puedan tener menos necesidad de atención. El hábito del bien comer se ve perjudicado por factores como problemas dentales, disminución en el olfato y gusto, diarreas por mayor consumo de antibióticos y estreñimiento, entre los más comunes. Factores como los anteriores producen una mala alimentación acarreando sobrepeso, desnutrición y enfermedades propias de una mala dieta.
El consumo de probióticos como el lactobacillus casei shirota puede ayudar en gran medida a aminorar los síntomas antes descritos, así como a tener una adecuada microbiota intestinal (antes llamada flora intestinal), la cual mejora la salud, la digestión y previene enfermedades digestivas.