¿Tus pensamientos te están enfermando? ¡Aquí te lo explicamos!
El cortisol, conocido como la hormona del estrés, se libera cuando percibimos una amenaza. Este mecanismo está diseñado para activarse brevemente, pero en nuestra vida diaria, el estrés crónico puede mantenerlo encendido, afectando nuestra salud. Cuando estamos en modo de “lucha o huida”, nuestros otros sistemas (digestivo, circulatorio, etc.) no funcionan óptimamente, lo que puede llevar a problemas de salud a largo plazo.
Lo sorprendente es que nuestros pensamientos pueden activar esta respuesta, incluso si no hay un peligro real. ¡Imagina el daño que eso puede causar!
Es fundamental aprender a gestionar el estrés para proteger nuestra salud. Técnicas como la meditación, la respiración profunda y el ejercicio pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol.
La conexión entre mente y cuerpo es innegable. Aprender a manejar nuestros pensamientos no solo es clave para nuestro bienestar mental, sino también para nuestra salud física.