Pensamos que si no tenemos una hora completa para entrenar, no vale la pena hacerlo.
¡Error! Estudios demuestran que incluso entrenamientos cortos, pero intensos, pueden ofrecer beneficios similares a sesiones largas. Solo 10-20 minutos de ejercicio al día ya pueden marcar la diferencia en tu salud física y mental. ¿Y la alimentación?
Si sigues postergando "hasta el lunes", es probable que nunca llegue el momento perfecto.
La clave está en empezar ahora, con pequeños cambios.
Cada decisión cuenta. Comer una manzana hoy es mejor que prometer una dieta perfecta para mañana.
¿No tienes tiempo para meditar?
Solo 5 minutos de respiración consciente pueden reducir el estrés y mejorar tu bienestar emocional. ¡No necesitas una hora entera!
El progreso no es sobre hacerlo perfecto, es sobre hacerlo.
Cada paso cuenta, por más pequeño que sea. Así que, comienza hoy. ¡Tu yo del futuro te lo agradecerá!.