
La falta de energía para hacer ejercicio a menudo viene de no moverte lo suficiente. Es un ciclo: cuando estás inactivo, tu cuerpo produce menos mitocondrias, las pequeñas 'baterías' que generan energía en tus células. Pero al ejercitarte, aumentas su cantidad y eficiencia, mejorando tus niveles de energía.
Hacer ejercicio regularmente no solo te activa físicamente, sino que también estimula la liberación de endorfinas, mejora la circulación y optimiza el uso de oxígeno en tus músculos.
Esto significa más energía durante el día y mejor calidad de vida.
No se trata de empezar con maratones; una caminata diaria de 20 minutos ya puede hacer una gran diferencia. ¡Rompe el ciclo del cansancio moviéndote un poco más cada día!.