No necesitas cambiar todo de golpe. Solo dar ese primer paso…
Hazlo una vez, luego otra. Repite. Repite.
Con el tiempo, ya no será algo que haces.
Será parte de quien eres.
Repetir una conducta de forma consistente modifica las conexiones neuronales y consolida hábitos.
Esto se llama neuro plasticidad: tu cerebro cambia según lo que haces a diario, no por lo que solo piensas en hacer.
Hazlo fácil. Hazlo constante. Hazlo tuyo.
Este tipo de transformación —de una acción a una identidad— es el cambio más profundo que podemos hacer. No se trata de disciplina extrema, sino de repetir con intención hasta que tu vida y tus elecciones reflejen la persona que ya estás siendo.