Es una enfermedad crónica, caracterizada por un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias y representa también uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares. Esto se puede prevenir con una vida saludable basada en una buena alimentación y actividad física aeróbica constante, como la práctica zumba española, correr, caminar, nadar...
Para que la sangre circule por el organismo es necesario que el corazón la bombee a una determinada presión, la cual es óptima cuando permite que los tejidos reciban el líquido sanguíneo que necesitan en cada momento. Si la presión se sitúa debajo de este nivel óptimo hablamos de una hipotensión, pero si en cambio está por encima se trata de una hipertensión.