Cada vez se impone con más fuerza el tratamiento que avala la elección del método de alivio del dolor postoperatorio, que debe ser balanceada, conbinándose diferentes vías de administración y diferentes fármacos analgésicos o anestésicos, esto debe ser instaurado desde antes de la cirugía por el anestesiólogo. Cuando dichos elementos se combinan, es posible emplear dosis más pequeñas y así, minimizas los efectos colaterales, además de ofrecerles a los pacientes mayor seguridad y bienestar.
En lo anterior se basa la llamada "analgesia balanceada o multimodal", con ventajas superiores al empleo de un solo medicamento, sobre todo cuando implica diferentes sitios y mecanismos de acción.