Cada píldora podrá tener miles de nanopartículas con un recubrimiento biodegradable tóxico capaz de adherirse al tipo de células que se busca detectar. Este permitirá que las nanopartículas localicen y se adhieran a las células específicas para el análisis. Las nanopartículas tendrán un núcleo imantado, más 2000 de ellas cabrán en un glóbulo rojo o eritrocito. El paciente portará una pulsera inteligente la cual atraerá el núcleo de las partículas y con ellas a las células que se busca analizar.
3 por ciento de los casos en el mundo de cáncer como problemas del corazón se detectan en su primera fase según la American Cancer Society.