Son varios los estudios que se pueden solicitar en la visita al médico, como el VDRL, para la detección de sífilis y el perfil de Torch para descartar la presencia de toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus y virus del herpes, que podrían afecta el desarrollo del feto. La presión arterial es otro factor que debe verificarse, así como los niveles de azúcar en la sangre. Esta última prueba puede realizarse, además, entre la semana 24 y 28 para descartar la existencia de una clase de diabetes denominada diabetes gestacional. Si después de todos los exámenes se han descartado enfermedades y otros complicaciones, el siguiente paso es concentrarse en la concepción.
Actividad y tono muscular, irritabilidad refleja, coloración, esfuerzo respiratorio y frecuencia cardíaca son los factores que se evalúan en el test Apgar, primer examen que se realiza al bebé al momento de nacer, que determina su condición física y la necesidad inmediata de cualquier tratamiento adicional. Generalmente el test se realiza dos veces: la primera un minuto después del nacimiento y la segunda cinco minutos después del nacimiento.