La auto-mejora es importante, pero no es suficiente para sentirnos plenamente realizados. Equilibrarla con la autoaceptación es esencial para un cambio sostenible. Estudios en psicología positiva han demostrado que quienes se aceptan tal como son tienen menos estrés y más motivación para alcanzar sus metas.
Reconocer tus avances y aprender de tus errores sin juzgarte te permite crecer desde un lugar de compasión y autenticidad. Recuerda: no necesitas ser perfecto para empezar a mejorar. Valorar quién eres hoy es el primer paso para convertirte en tu mejor versión. Encontrar un balance entre querer mejorar y aceptarte en el presente puede transformar cómo te sientes contigo mismo. Empieza desde un lugar de gratitud; el cambio será mucho más genuino.