
El silencio también nutre tu mente. Estudios muestran que tan solo 2 minutos de silencio pueden reducir la presión arterial y los niveles de cortisol, ayudando al cerebro a regenerar conexiones. Cuando eliminas el ruido externo —pantallas, notificaciones, conversaciones— tu sistema nervioso entra en modo reparación.
El silencio no es ausencia: es medicina mental. Haz pausas breves cada día.
Tu claridad, memoria y equilibrio emocional te lo van a agradecer.