Las plaquetas células sanguíneas, llamadas trombocitos, ayudan a que la sangre se coagule para frenar sangrados y facilitar la cicatrización de las heridas. En el proceso, la persona se conecta a una máquina que extrae sangre de manera constante y la va separando. Aquí solo se obtienen plaquetas y el resto se regresa al cuerpo. Es por eso que después de ello puede volver a hacerse otra donación en un lapso más corto, pues se regresan al organismo el resto de los componentes sanguíneos. El proceso dura alrededor de una hora y medie, se puede repetir el proceso después de dos semanas.
La parte líquida sangre plasma, contiene agua, sales, anticuerpos y proteínas. Para donarlo, los requisitos iniciales son los mismos que para la sangre y las plaquetas, pero mujeres con antecedentes de embarazos o abortos quedan excluidas. Durante el embarazo se generan ciertas proteínas que son anticuerpos, y estos pudieran perjudicar a la persona que va a recibir el plasma. Un donador de plasma puede impactar de una a tres personas, dependiendo de la dosis que se extraiga, que por lo general va de 200 a 600 mililitros.