La gratitud es un valor que, como todos los demás, se desarrolla y se asienta mejor durante la infancia, para educar la gratitud es importante comenzar con los niños pequeños a que digan gracias. Aproximadamente después de los 3 años de edad, los niños comienza a tener conciencia acerca de qué es la gratitud. Es un buen momento para enseñarles lo bien que les hace a los demás recibir la gracias, además de ayudar sin esperar nada a cambio.
Los niños deben aprender que no solamente es necesario agradecer cada vez que reciban un bien material, como un regalo o la comida, sino también por un gesto amable; por ejemplo, cada vez que les ceden el paso en la calle o que les tienden la mano para bajar.