Si tratas a tu cuerpo como se debe, puedes engañar a tu organismo y hacerle creer que es 10 años más joven. La mayoría de las personas tiene dos edades: la que marca su fecha de nacimiento y la corporal. En otras palabras, tu cuerpo puede verse y funcionar como el de una persona significativamente vieja o más joven dependiendo de qué tan rudo ha sido tu estilo de vida. Idealmente, tu edad corporal debería ser igual o menor que tu edad cronológica.
Existen test que te pueden ayudar a identificar tu edad corporal, puedes utilizar la herramienta para comprobarlo cada tres meses para calcular la edad real de tu organismo. Después sigue las estrategias que te indica para retroceder las manecillas del reloj físico.