El tan solo perder unos kilos de peso puede expandir tus arterias. Los vasos sanguíneos de las personas saludables que aumenta hasta cuatro kilogramos mostrarán un decremento en su habilidad para dilatarse, un factor de riesgo para la presión sanguínea alta, infartos y disfunción eréctil. Cuando se pierde el peso que se ha ganado se revierte este estado. Lo más recomendable es la pérdida de peso gradual, ya que así es más difícil recuperar los kilos perdidos.
Los cítricos pueden ayudarte a disminuir el riesgo de un infarto, ya que se si se tienen alto niveles de flavononas consumidas en su dieta (una o dos naranjas o una toronja diaria), se tiene un 19 por ciento de riesgo menor de sufrir un infarto cerebral isquémico en comparación con aquellos que ingieren pocas cantidades. Al parecer, las flavononas fortalecen los vasos sanguíneos y ayudan a decrecer la inflamación y surten los mismo efectos tanto en hombres como mujeres.